La hebilla de bronce de un soldado del Ejército
del Zar, fue dejada sea de la Primera Guerra Mundial o sea de la
Revolución Rusa de 1917.
La época de la Revolución fue una época de completo caos.
Había mucho combate alrededor de mi pueblo. Estaban el Ejército
Rojo y el Ejército Blanco peleando entre si y un ejército de
anarquistas ucranianos combatiendo a todos.
El Ejército Rojo eran rebeldes, comunistas. Los Anarquistas
querían la independencia de Ukrania de cualquiera que sea y no
le importaba a quien combatían, su lema era, para patear Rojos
ellos se transforman en Blancos y para patear Blancos hasta
ellos se transforman en Rojos.
Eventualmente el Ejército Rojo gano y los días promisorios
del comunismo comenzaron. Comenzaron con el saqueo de los
ciudadanos ricos y los expulsaron del país. Como las siete vacas
enjutas de las escrituras que se comieron a una vaca gorda y no
engordaron, así estos miserables sujetos saquearon a los ricos
ciudadanos y no se enriquecieron. La pobreza arraso todo y la
época Soviética nos dejo pocas cosas valiosas como que era
preferible sepultarse por ellos. Muchas tumbas fueron dejadas.
Lapida de esa época. Está tallado, “descansa en paz Maksim
Semenako a quien los bandidos mataron en 1919”.
En 1943 Maksim Semenako consiguió otras cinco balas en la
parte trasera de su lápida.
Las tumbas eran habitualmente situadas sobre las colinas y
fueron buenos lugares estratégicos durante las batallas de la
Segunda Guerra Mundial.
Esto es de la historia moderna de nuestro vecindario. Hace un
tiempo un tipo se asentó en el medio de un campo de tumbas.
Cada vez que paso de largo me pregunto si esa es la parcela
barata en un verde y tranquilo lugar del que me habló mi agente
inmobiliario.
También me sorprendo de si viviera allí. La respuesta es ¡NO!
Dejar a mis vecinos de al lado con su banda de Metal Pesado con
el nombre de “Búhos Nocturnos”, preferiría escuchar rock duro a
las noches que marchas fúnebres a las mañanas.
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